“En fin; lo cierto es que tuve miedo o algo por el estilo. Si por lo menos supiera de qué tuve miedo, ya sería un gran paso”, escribía Jean-Paul Sartre en La náusea. Como advirtiera Sartre, no siempre sabemos el porqué algo o alguien nos atemoriza, ni tan siquiera en ocasiones el origen de nuestro miedo. En este BOLETÍN INVERTEBRADO, profundizamos en la categoría de lo monstruoso, atendiendo a su potencialidad simbólica, política, sociocultural y estética. Volvemos para ello la vista a los orígenes del término, así como a su uso en el mundo editorial —con el fin de comprender la genuina significación de la noción de “monstruo”—, y miramos en detalle uno de los grabados goyescos más reconocidos.
Por otra parte, en esta tercera entrega del boletín incidimos con especial énfasis en la relación actual entre arte y lo monstruoso, en cómo se ha entablado este diálogo a través del coleccionismo, las ferias y demás esferas mercantiles. En el arte contemporáneo, los monstruos pululan por doquier y sin embargo, nos preocupa la posible despolitización de estas representaciones. También trazamos en otro texto una relación entre monstruo y ciudad —señalando la perversión de estos nexos— y profundizamos en una de las exposiciones más visitadas de la historia, Arte degenerado —organizada por el régimen nazi y donde la instrumentalización de lo monstruoso fue fundamental—. Finalmente tenemos la suerte de contar con una invitada de lujo: la investigadora Julia Ramírez-Blanco, quien nos ha cedido un extracto de la introducción de su fantástico libro Pequeño bestiario de monstruos políticos (CENDEAC, 2020). Y ya para quien quiera profundizar un poco más, en la sección del “Mercado de pulgas” dejamos un saquito de citas y referencias de interés para quien desee seguir conviviendo junto a los monstruos.
Anthony Crossfield, The Invention of Drawing y Narcissus
En este boletín...
“En fin; lo cierto es que tuve miedo o algo por el estilo. Si por lo menos supiera de qué tuve miedo, ya sería un gran paso”, escribía Jean-Paul Sartre en La náusea. Como advirtiera Sartre, no siempre sabemos el porqué algo o alguien nos atemoriza, ni tan siquiera en ocasiones el origen de nuestro miedo. En este BOLETÍN INVERTEBRADO, profundizamos en la categoría de lo monstruoso, atendiendo a su potencialidad simbólica, política, sociocultural y estética. Volvemos para ello la vista a los orígenes del término, así como a su uso en el mundo editorial —con el fin de comprender la genuina significación de la noción de “monstruo”—, y miramos en detalle uno de los grabados goyescos más reconocidos.
Por otra parte, en esta tercera entrega del boletín incidimos con especial énfasis en la relación actual entre arte y lo monstruoso, en cómo se ha entablado este diálogo a través del coleccionismo, las ferias y demás esferas mercantiles. En el arte contemporáneo, los monstruos pululan por doquier y sin embargo, nos preocupa la posible despolitización de estas representaciones. También trazamos en otro texto una relación entre monstruo y ciudad —señalando la perversión de estos nexos— y profundizamos en una de las exposiciones más visitadas de la historia, Arte degenerado —organizada por el régimen nazi y donde la instrumentalización de lo monstruoso fue fundamental—. Finalmente tenemos la suerte de contar con una invitada de lujo: la investigadora Julia Ramírez-Blanco, quien nos ha cedido un extracto de la introducción de su fantástico libro Pequeño bestiario de monstruos políticos (CENDEAC, 2020). Y ya para quien quiera profundizar un poco más, en la sección del “Mercado de pulgas” dejamos un saquito de citas y referencias de interés para quien desee seguir conviviendo junto a los monstruos.
Anthony Crossfield, The Invention of Drawing y Narcissus
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