Marta Sesé y Ricardo Pérez-Hita
Marta: ¡Hola a todos! Antes de nada, gracias a Manuel Padín por invitarnos a las primeras jornadas Invertebrados. Estamos felices porque Higo Mental esté hoy en Logroño, siempre es muy agradecido poder salir de los centros Madrid-Barcelona. También disculparnos por haber llegado tan apurados y no haber podido escuchar las conferencias previas, nos hubiera encantado y estamos seguros que hubiésemos podido recoger alguna cosita para nuestra sesión.
Hemos titulado a la sesión de hoy “Opacidad y transparencia”. Recientemente hemos estado colaborando con la investigadore Jara Rocha en un proyecto sobre infraestructuras antifascistas o, más bien, en una suerte de test-prototipo que nos permita identificar en qué medida las infraestructuras que utilizamos son fascistas. La cuestión es que, cuando nos encontrábamos en este proceso, aparecieron en varias ocasiones los conceptos de opacidad y transparencia haciéndose necesaria una revisión crítica de los mismos. La idea de transparencia, que tan manida ha estado los últimos años en algunos contextos como el político, se ha dado a entender como una suerte de ejercicio de sinceridad y honestidad, mientras que la opacidad sería lo contrario, vinculada más bien a la corrupción. Con Jara hablábamos de la metáfora del cristal, cuya transparencia nos permite ver lo que hay tras el mis- mo, pero nos impide ver el dispositivo mediador: el propio cristal. Es cuando este se convierte en opaco, cuando podemos verlo, que podemos alcanzar una información valiosa sobre el funciona- miento o la naturaleza del engranaje de cualquier infraestructura, proceso, etc.
Os cuento todo esto porque, en definitiva, lo que vamos a tratar con esta sesión es pensar de una forma muy ensayística alrededor de estos dos conceptos, viendo cómo se traducen en algunas producciones audiovisuales que podemos encontrar en internet y que aluden a distintos contextos como la política, la tecnología o lo cultural.
Empiezo con el primer vídeo hablando de iluminación, de la idea de arrojar luz o iluminar como acto de transparencia, contraria a una opacidad que vincularíamos a la oscuridad. En el contexto del espacio público, su iluminación fue inicialmente promovida por el cuerpo policial de Francia, quienes en 1524 obligaron a los vecinos a colocar un fanal en las esquinas de las calles. Esta iluminación estaba completamente ligada al control y la vigilancia, podríamos hablar de una “luz policial”. En este contexto, la destrucción de la luz (la opacidad), formaba parte de las estrategias de protesta o rebeldía para no ser visto o vigilado. Voy a poner un fragmentito de Metrópolis de Fritz Lang, película que especulaba sobre las ciudades del futuro y que refleja con mucha angustia como la seguridad que ofrece en un primer momento la luz, se termina convirtiendo en una herramienta de vigilancia, control y persecución.
https://www.youtube.com/watch?v=8TUxf3qIGqc
Del 1:04:00 al 1:05:30
M: Antes os he contado que esto era un diálogo de vídeos, pues bueno, yo voy a usar desde el principio el comodín de los dos vídeos seguidos para hablar de un sabotaje en el contexto de la iluminación pública. Se trata del que hizo el colectivo corta cables las pasadas navidades en Madrid y que sirvió para denunciar cuestiones ligadas a la pobreza energética.
Ricardo: Uno de los imaginarios que se disparan cuando hablamos de transparencia en relación a lo público (entendiendo esto en su acepción en plan sinónimo del Estado) es el de la transparencia de cuentas, propiedades, títulos, contratos, procesos de decisión, etc. de las personas, partidos e instituciones del aparato estado.
Durante el 15M hubo una especie de trampa propia de la fe en la meritocracia de las clases medias. De ahí surgió una retahíla de procesos de transparentización y un par de chivos expiatorios por la corrupción. Como si el problema de nuestro sistema es que no es perfecto del todo y simplemente necesita ciertos ajustes que lo hagan más justo.
En este sentido, la transparencia puede ser completamente desmovilizadora si no va acompañada de una mediación crítica. Obviamente también puede ser un ejercicio de justicia y de acceso a la información. Pero ¿en qué ha resultado la transparencia de las propiedades del Rey, por ejemplo? No creo en el “cuanto peor, mejor”, pero sí que hay que prestar atención a las tensiones que propician opacidad y transparencia en las instituciones del Estado.
Por eso vamos a solapar dos vídeos: un ejercicio de transparencia de la familia real, un vídeo muy friki para el Hola, con la pieza “See Time Go By” (2017) de Claudia del Barrio y Jaume Clotet. Esta, en su origen, era una instalación que reflexionaba en torno al entretenimiento en internet, pero aquí le damos otra lectura hoy. A parte del juego formal de opacidad y transparencia en el mismo vídeo, el imaginar figuras en las nubes a mí me sirve de metáfora de cuando imaginamos lo que verdaderamente tienen.
M: Me muevo al terreno tecnológico para poner un vídeo sobre reconocimiento facial. Hay mucho debate sobre la opacidad y la transparencia que se encuentra en lo vinculado a la inteligencia artificial, el machine learning, la recopilación de datos y demás. Pero voy con un vídeo sobre un ordenador HP que fue de los primeros en tener reconocimiento facial.
Las personas negras, a pesar de su supuesta opacidad, son bien transparentes en algunos contextos. Quizás en este caso termine por ser una buena brecha en la que ubicarse para evitar que todos estos nuevos sistemas de detección nos roben hasta el alma. Habitar el glitch, de algún modo.
R: Yo pongo un vídeo maravilloso de aquellos que pueblan Youtube. Suscita una reflexión en torno al uso de las tecnologías en la escuela pública en contexto Covid y post-Covid…
El centro educativo es el Colegio Público Palomeras Bajas, una escuela pública de Vallecas con prácticas extraídas de la pedagogía libertaria: asamblearismo, cooperativismo y autogestión. Del vídeo nos gusta como se intuyen prácticas de diversidad tecnológica y no de innovación. Si a alguien le interesan estos temas, recomiendo el libro de Ani Pérez, Las falsas alternativas, para pensar sobre prácticas pedagógicas desde perspectivas críticas.
M: Volviendo al tema del reconocimiento facial y de la educación —porque se trata de un tutorial—, traigo un vídeo de Mentah, una artista que a través del maquillaje consigue volverse opaca a los softwares de facial tracking y, de algún modo, desaparecer. Me parece interesante cómo con esta revisión de conceptos aparecen asociaciones aparentemente contradictorias. La opacidad y la desaparición, por ejemplo.
R: Yo pongo Google for Education en Murcia, pura comunicación corporativista fascista.
Este giro de delegación tecnológica en grandes corporaciones capitalistas que restan autonomía se ha multiplicado a raíz del Covid. Hay cosas que pueden pasar por naturales, por innovación o actualización, pero que un número cada vez mayor de institutos públicos del estado trabajen con herramientas facilitadas por Google es muy preocupante. Y de regalo, un chromebook para cada uno…
M: En realidad yo me quedo en Google para hablar de un proyecto de Mario Santamaria. Mario ha trabajado mucho sobre internet, materialidad y virtualidad. Nos interesaba hablar un poco de su proyecto “Trolling Google Art Project”, en el que parte del proyecto que Google lanzó en 2011 para digitalizar los principales museos del mundo por medio de una interfaz gráfica similar a Google Street View que permitiría visitar virtualmente estos espacios. Esto podría leerse también como un ejercicio de transparencia, de hacer público y accesible un patrimonio, pero en el ejercicio se toparon con muchos problemas vinculados al copyright y a los derechos de autor, con lo cual algunos de los cuadros aparecen borrosos y a veces da la sensación de estar en museos de la censura. Santamaria ha hecho varios ejercicios alrededor de este proyecto de digitalización, entre ellos el de buscar las fisuras que permiten trolear esta aplicación, encontrando ubicaciones desde las que, por un error humano, no se había llegado a emborronar las imágenes.
M: Entramos en la recta final, voy a poner mi último vídeo que va a ser de Estampa, un colectivo de realizadores, programadores e investigadores que hacen una aproximación crítica y arqueológica a las tecnologías audiovisuales. Voy a poner un vídeo de su último proyecto “Imágenes huéspedes. Parasitología de la visión” sobre visión artificial. Voy a leer el statement tal y como lo tienen en su web porque hablan explícitamente de opacidad e imágenes: “Este proyecto estudia las formas de la visión artificial y su carácter de parásito de las imágenes. Si hasta no hace tanto las imágenes eran opacas a la extracción de datos, las herramientas de visión artificial deshacen esta resistencia y operan tras toda imagen que hoy circule en un entorno digital. Podríamos decir que las imágenes han aumentado su grosor; lo que captura una cámara ya no es solo una imagen sino también el punto de partida de todo de procesos que se le adhieren para extraer su sustento. Imágenes huéspedes muestra estos procesos laminando capa a capa su operación y dejando solo visible aquello que extraen.
Una serie de filmaciones en vídeo de un entorno urbano se han procesado con cuatro redes neuronales de visión artificial –dedicadas a tareas diferentes: reconocimiento de objetos, segmentación, detección de posición e inferencia de profundidad– y se ha aislado la salida gráfica propia de cada una de ellas”.
R: Cerramos con un invertebrado, la mariposa. Es un vídeo que condensa muchas de las cosas que hemos hablado. Ese momento de paso de la opacidad a la transparencia que no hace más que apuntalar el sistema neoliberal y fascista. El gran reveal, ¡si alguien lo ha visto que no diga nada!
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Marta Sesé y Ricardo Pérez-Hita
Marta: ¡Hola a todos! Antes de nada, gracias a Manuel Padín por invitarnos a las primeras jornadas Invertebrados. Estamos felices porque Higo Mental esté hoy en Logroño, siempre es muy agradecido poder salir de los centros Madrid-Barcelona. También disculparnos por haber llegado tan apurados y no haber podido escuchar las conferencias previas, nos hubiera encantado y estamos seguros que hubiésemos podido recoger alguna cosita para nuestra sesión.
Hemos titulado a la sesión de hoy “Opacidad y transparencia”. Recientemente hemos estado colaborando con la investigadore Jara Rocha en un proyecto sobre infraestructuras antifascistas o, más bien, en una suerte de test-prototipo que nos permita identificar en qué medida las infraestructuras que utilizamos son fascistas. La cuestión es que, cuando nos encontrábamos en este proceso, aparecieron en varias ocasiones los conceptos de opacidad y transparencia haciéndose necesaria una revisión crítica de los mismos. La idea de transparencia, que tan manida ha estado los últimos años en algunos contextos como el político, se ha dado a entender como una suerte de ejercicio de sinceridad y honestidad, mientras que la opacidad sería lo contrario, vinculada más bien a la corrupción. Con Jara hablábamos de la metáfora del cristal, cuya transparencia nos permite ver lo que hay tras el mis- mo, pero nos impide ver el dispositivo mediador: el propio cristal. Es cuando este se convierte en opaco, cuando podemos verlo, que podemos alcanzar una información valiosa sobre el funciona- miento o la naturaleza del engranaje de cualquier infraestructura, proceso, etc.
Os cuento todo esto porque, en definitiva, lo que vamos a tratar con esta sesión es pensar de una forma muy ensayística alrededor de estos dos conceptos, viendo cómo se traducen en algunas producciones audiovisuales que podemos encontrar en internet y que aluden a distintos contextos como la política, la tecnología o lo cultural.
Empiezo con el primer vídeo hablando de iluminación, de la idea de arrojar luz o iluminar como acto de transparencia, contraria a una opacidad que vincularíamos a la oscuridad. En el contexto del espacio público, su iluminación fue inicialmente promovida por el cuerpo policial de Francia, quienes en 1524 obligaron a los vecinos a colocar un fanal en las esquinas de las calles. Esta iluminación estaba completamente ligada al control y la vigilancia, podríamos hablar de una “luz policial”. En este contexto, la destrucción de la luz (la opacidad), formaba parte de las estrategias de protesta o rebeldía para no ser visto o vigilado. Voy a poner un fragmentito de Metrópolis de Fritz Lang, película que especulaba sobre las ciudades del futuro y que refleja con mucha angustia como la seguridad que ofrece en un primer momento la luz, se termina convirtiendo en una herramienta de vigilancia, control y persecución.
https://www.youtube.com/watch?v=8TUxf3qIGqc
Del 1:04:00 al 1:05:30
M: Antes os he contado que esto era un diálogo de vídeos, pues bueno, yo voy a usar desde el principio el comodín de los dos vídeos seguidos para hablar de un sabotaje en el contexto de la iluminación pública. Se trata del que hizo el colectivo corta cables las pasadas navidades en Madrid y que sirvió para denunciar cuestiones ligadas a la pobreza energética.
Ricardo: Uno de los imaginarios que se disparan cuando hablamos de transparencia en relación a lo público (entendiendo esto en su acepción en plan sinónimo del Estado) es el de la transparencia de cuentas, propiedades, títulos, contratos, procesos de decisión, etc. de las personas, partidos e instituciones del aparato estado.
Durante el 15M hubo una especie de trampa propia de la fe en la meritocracia de las clases medias. De ahí surgió una retahíla de procesos de transparentización y un par de chivos expiatorios por la corrupción. Como si el problema de nuestro sistema es que no es perfecto del todo y simplemente necesita ciertos ajustes que lo hagan más justo.
En este sentido, la transparencia puede ser completamente desmovilizadora si no va acompañada de una mediación crítica. Obviamente también puede ser un ejercicio de justicia y de acceso a la información. Pero ¿en qué ha resultado la transparencia de las propiedades del Rey, por ejemplo? No creo en el “cuanto peor, mejor”, pero sí que hay que prestar atención a las tensiones que propician opacidad y transparencia en las instituciones del Estado.
Por eso vamos a solapar dos vídeos: un ejercicio de transparencia de la familia real, un vídeo muy friki para el Hola, con la pieza “See Time Go By” (2017) de Claudia del Barrio y Jaume Clotet. Esta, en su origen, era una instalación que reflexionaba en torno al entretenimiento en internet, pero aquí le damos otra lectura hoy. A parte del juego formal de opacidad y transparencia en el mismo vídeo, el imaginar figuras en las nubes a mí me sirve de metáfora de cuando imaginamos lo que verdaderamente tienen.
M: Me muevo al terreno tecnológico para poner un vídeo sobre reconocimiento facial. Hay mucho debate sobre la opacidad y la transparencia que se encuentra en lo vinculado a la inteligencia artificial, el machine learning, la recopilación de datos y demás. Pero voy con un vídeo sobre un ordenador HP que fue de los primeros en tener reconocimiento facial.
Las personas negras, a pesar de su supuesta opacidad, son bien transparentes en algunos contextos. Quizás en este caso termine por ser una buena brecha en la que ubicarse para evitar que todos estos nuevos sistemas de detección nos roben hasta el alma. Habitar el glitch, de algún modo.
R: Yo pongo un vídeo maravilloso de aquellos que pueblan Youtube. Suscita una reflexión en torno al uso de las tecnologías en la escuela pública en contexto Covid y post-Covid…
El centro educativo es el Colegio Público Palomeras Bajas, una escuela pública de Vallecas con prácticas extraídas de la pedagogía libertaria: asamblearismo, cooperativismo y autogestión. Del vídeo nos gusta como se intuyen prácticas de diversidad tecnológica y no de innovación. Si a alguien le interesan estos temas, recomiendo el libro de Ani Pérez, Las falsas alternativas, para pensar sobre prácticas pedagógicas desde perspectivas críticas.
M: Volviendo al tema del reconocimiento facial y de la educación —porque se trata de un tutorial—, traigo un vídeo de Mentah, una artista que a través del maquillaje consigue volverse opaca a los softwares de facial tracking y, de algún modo, desaparecer. Me parece interesante cómo con esta revisión de conceptos aparecen asociaciones aparentemente contradictorias. La opacidad y la desaparición, por ejemplo.
R: Yo pongo Google for Education en Murcia, pura comunicación corporativista fascista.
Este giro de delegación tecnológica en grandes corporaciones capitalistas que restan autonomía se ha multiplicado a raíz del Covid. Hay cosas que pueden pasar por naturales, por innovación o actualización, pero que un número cada vez mayor de institutos públicos del estado trabajen con herramientas facilitadas por Google es muy preocupante. Y de regalo, un chromebook para cada uno…
M: En realidad yo me quedo en Google para hablar de un proyecto de Mario Santamaria. Mario ha trabajado mucho sobre internet, materialidad y virtualidad. Nos interesaba hablar un poco de su proyecto “Trolling Google Art Project”, en el que parte del proyecto que Google lanzó en 2011 para digitalizar los principales museos del mundo por medio de una interfaz gráfica similar a Google Street View que permitiría visitar virtualmente estos espacios. Esto podría leerse también como un ejercicio de transparencia, de hacer público y accesible un patrimonio, pero en el ejercicio se toparon con muchos problemas vinculados al copyright y a los derechos de autor, con lo cual algunos de los cuadros aparecen borrosos y a veces da la sensación de estar en museos de la censura. Santamaria ha hecho varios ejercicios alrededor de este proyecto de digitalización, entre ellos el de buscar las fisuras que permiten trolear esta aplicación, encontrando ubicaciones desde las que, por un error humano, no se había llegado a emborronar las imágenes.
M: Entramos en la recta final, voy a poner mi último vídeo que va a ser de Estampa, un colectivo de realizadores, programadores e investigadores que hacen una aproximación crítica y arqueológica a las tecnologías audiovisuales. Voy a poner un vídeo de su último proyecto “Imágenes huéspedes. Parasitología de la visión” sobre visión artificial. Voy a leer el statement tal y como lo tienen en su web porque hablan explícitamente de opacidad e imágenes: “Este proyecto estudia las formas de la visión artificial y su carácter de parásito de las imágenes. Si hasta no hace tanto las imágenes eran opacas a la extracción de datos, las herramientas de visión artificial deshacen esta resistencia y operan tras toda imagen que hoy circule en un entorno digital. Podríamos decir que las imágenes han aumentado su grosor; lo que captura una cámara ya no es solo una imagen sino también el punto de partida de todo de procesos que se le adhieren para extraer su sustento. Imágenes huéspedes muestra estos procesos laminando capa a capa su operación y dejando solo visible aquello que extraen.
Una serie de filmaciones en vídeo de un entorno urbano se han procesado con cuatro redes neuronales de visión artificial –dedicadas a tareas diferentes: reconocimiento de objetos, segmentación, detección de posición e inferencia de profundidad– y se ha aislado la salida gráfica propia de cada una de ellas”.
R: Cerramos con un invertebrado, la mariposa. Es un vídeo que condensa muchas de las cosas que hemos hablado. Ese momento de paso de la opacidad a la transparencia que no hace más que apuntalar el sistema neoliberal y fascista. El gran reveal, ¡si alguien lo ha visto que no diga nada!